Ángel cree que tiene un don. Cuando observa un partido de baloncesto por televisión sabe si un jugador encestará triple o no; lo dice milésimas antes, cuando el jugador se para sobre sus pies.
El vaticinio tiene sus limitaciones: un día intentó hacer el truco con sus amigos, dentro de una cancha, pero no le salió. Demasiado ruido. Él, asegura, necesita concentración, cuatro o cinco cervezas y algo para picar.
Antes de cada partido revisa las alineaciones y hace extraños croquis. Al lado de cada jugador, con una guía exhaustiva de la liga, anota su signo del zodiaco y después revisa en su cuaderno el vaticinio. Tiene un cuaderno mugroso que le regalaron siendo adolescente, ahí, asegura, guarda su gran secreto.
Balón para Lebron James. Y su cabeza, en milésimas, dice: capricornio, es viernes, dos y media, Júpiter está en la puerta de Marte, encesta. Y Lebron encesta.
En voz alta tan solo dice el “encesta”, con el tiempo ha aprendido que a la gente no le gusta escuchar este tipo de reflexiones, en más de una ocasión le ha generado algún problema.
Otro secreto que le confiesa a un amigo, todo el mundo se fija en el acierto pero nadie observa los fallos. Sus amigos le dicen que se deje de tonterías y haga vaticinios que les puedan dar dinero, como qué equipos jugarán playoffs o quién ganará la liga.
Apostar a que el jugador que tiene la bola en el minuto 5:12 encestará un triple es… por lo menos en la actualidad, imposible; no hay tecnología preparada para una apuesta tan rápida y frívola.
Aparte de la línea de triples, el resto de normas y jugadas del baloncesto le resultan casi desconocidas, y eso que había visto cientos de partidos, pero la excesiva concentración en el triple le nubla todo lo demás. Desconoce el mecanismo del pick and roll, el trash talking, dobles figuras o la defensa en zona. No todo son lamentos, los mates y alley oops sí que forman parte de su vocabulario. Sus amigos se lo perdonan, o aún no se han dado cuenta por completo de esas lagunas. De momento les funciona.
Curry con la pelota, rápido para Durant y… “Falla”. Sus amigos golpean la mesa, “Hijo de puta, algún día nos tienes que decir como lo haces”. Ángel cree que tiene un don y ese don le puede hacer rico.
Pero todos los años cuando llegan los playoffs sus amigos le dejan de tomar tan en serio.
Saben que lo importante, donde se juegan los partidos, se gesta en los tiros libres. Y en esa jugada su amigo tiene poco que decir, abre los ojos un poco más de lo normal, intentando captar el aura de Westbrook, pero le resulta imposible, no sabe qué hace ese jugador, solo, en esa posición del campo. Así que mantiene silencio.
Es posible que tenga el cerebro parcialmente quemado debido a alguna antigua sobrecarga, pero de momento, entre Octubre y Abril tiene amigos y cierto respeto social. Sabe que debe buscar algún otro don para el resto de meses, pero de momento le da igual.
Balón para Marc Gasol…
Antonio Romeo