Secreto II. Óleo sobre lienzo (2013)
Pinté este cuadro en el verano de hace tres años. Curiosamente durante la última semana, la noción de secreto y su aporte a la identidad me ha andado zanganeando por la cabeza, perezosamente, acalorada, como los insectos que entran por esa misma ventana cuya hoja vemos en el cuadro, y que fastidian la siesta convirtiéndola en un duermevela improductivo, delirante y plomizo. Algo han tenido que ver también un par de lecturas: una entrevista con George Steiner en El País, y un artículo de Claudio Molinari Dassatti En El Estado Mental.
¿Son los secretos la garantía de la dignidad humana, como sostiene Steiner? ¿O constituyen el menudeo de la hipocresía de nuestra sociedad, como parece dar a entender Molinari? Tras una semana de zanganeo y altas temperaturas no tengo conclusiones; aunque sí que tiendo, con Steiner, hacia cierto cariño civilizado a la idea de secreto.

Secreto I (2012)
Como dice Molinari, la supuesta autenticidad que tanto se suele valorar socialmente suele ser una convención, una de las más ajadas y comunes además, sujeta a modelos y vías muy estereotipadas de desnudamiento. Desconfío terriblemente de quien hace gala de su naturalidad, de ser completamente transparente. Qué desperdicio de monólogo interior. También aborrezco ese argumento según el cual «desnudarse» en la producción de una obra de arte es de por sí meritorio.
Lo secreto tiene demasiadas connotaciones negativas. No por ello pienso que sea esa la clave de la dignidad humana; más bien creo que lo que no se expresa, no se sabe o no se dice, es a veces una condición necesaria de la comunicación, contra la que todos luchamos, pero que nunca vencemos. Ahora bien, ¿qué hay mejor que intuir el trasvase de un rumor, de una boca a un oído, ver gesticular a los demás amasando un tema desconocido, sorprendernos ante el «no lo esperaba de ti»? Aprender a rendirse ante esa incomunicabilidad primaria, asumir esa brecha entre nosotros y el mundo, e incluso asistir al espectáculo del resquebrajamiento, es para mi un placer que espero seguir cultivando, en cuanto el calor me deje. Mientras, guardadme el secreto.
Javier Aquilué
Javi acabo de llegar de vacaciones y me he puesto al día con» en vez de nada» y el cuadro que pintas hace 3 años me gusta mucho mucho, se puede ver en directo?,y el texto y sus citas estoy de acuerdo un saludo Concha
Precisamente Orencio y Ana me lo compraron para regalárselo a Blanca y Quique por su boda. Me alegro de que estés de acuerdo, escribí con cierto temor a expresar opiniones algo impopulares…¡Abrazo!
Javi