Algún día sacaré un libro de relatos. Y uno podría ser este, por qué no.
///////
A ver, concéntrate, que empieza el cuento.
///////
Todo arranca cuando Roberto regresa a su trabajo un año después de que le hubiesen despedido y empieza a actuar como si nada hubiese pasado.
Claro, no se encuentra bien, pero, bueno, digamos que él no lo sabe, no es consciente.
///////
Los ex compañeros llaman a la familia, ésta a los médicos y tras un largo proceso de diagnóstico, Roberto es diagnosticado con Alzheimer.
///////
Horror, el horror.
///////
¿Cómo puede ocurrirle algo así a alguien que lleva una vida normal, hace deporte, se alimenta bien, y digamos que todo lo realiza de manera correcta?
///////
Por muchas dudas que surjan nunca habrá una respuesta clara pero los desvaríos de localización siguieron sucediendo.
///////
Así, un día podías verlo en el antiguo trabajo realizando su tarea y otro desaparecía durante todo un fin de semana por lugares inhóspitos, situaciones insólitas.
///////
Claro, la familia se preocupó, normal, ¿no?, preguntaron a médicos y enfermeros en busca de alguna solución.
///////
Les hablaron de experimentación, de placas de metal, de geolocalización.
///////
Abrir la cabeza, poner una pequeña chapita de metal y cerrar.
///////
Todo muy cómodo, divertido, funcional. Todo muy barato.
///////
Y además, la familia tendría a Roberto localizado las 24 horas del día.
///////
Un grupo de investigación había creado una aplicación específica, para el móvil, miras la hora, observas dónde se encuentra tu hijo, envías un wasap.
///////
Nadie se planteó posibles consecuencias. ¿Acaso había?
///////
Un pequeño chispazo, dolor de cabeza, un dolor de cabeza cada vez más continuo…
///////
¿Algún problema?
///////
Roberto se volvió un tanto violento por los continuos dolores de cabeza.
///////
Pero la familia le tenía localizado, así que no, ningún problema.
///////
De hecho sigue localizado.
///////
Y con esto debería terminar el cuento, si es que se puede llamar así, porque tampoco tiene un incionudodesenlace claro, ni una moraleja final…
///////
A ver, concéntrate, que llega el desenlace.
///////
Algún día sacaré un libro de relatos, mientras tanto…
///////
Antonio Romeo