<<En primer lugar, habría que precisar que toda persona que encuentra acogida entre nosotros está, sea por nacimiento o por algún golpe de fortuna ulterior, predestinada para ello. Como es sabido, una extrema agudeza en los órganos sensoriales permite a sus poseedores captar ciertas relaciones del mundo individual que, salvo en momentos aislados, no existen para el mundo común. Y fíjese usted: son precisamente esas cosas que podemos llamar inexistentes las que constituyen la quintaesencia de nuestras aspiraciones.>>
Imagen: Alineación casual de imágenes en mi mesa (Flyer de una exposición de Hanne Darboven, dibujo propio, cuadro de Jorge Vicén)
Texto: La Otra Parte (Alfred Kubin 1908)
Javier Aquilué