DIARIO BLACK

Una coincidencia, dos de los libros que he leído en los dos últimos viajes vacacionales, han sido ambos una compilación de artículos, críticas, entrevistas y crónicas. Están además escritos por dos autores aglutinantes que son juez y parte de cada una de las escenas que describen. Los dos tratan asuntos que aunque extendieron su influencia por todo el mundo surgieron en Nueva York, y uno y otro abarcan un periodo de tiempo similar que arranca en 1959 y llega hasta comienzos de los 70.

Se trata de Diario de Cine. El nacimiento del nuevo cine norteamericano de Jonas Mekas y Black Music. Free Jazz y conciencia negra de LeRoi Jones/Amiri Baraka. Creo importante añadir que ambos han sido reeditados en castellano por dos editoriales latinoamericanas, la mexicana Mangos de Hacha, el primero y la argentina Caja Negra, el segundo.

Más allá de todo eso, dos planetas. Jonas Mekas y Amiri Baraka compartieron tiempo y ciudad pero leyendo sus respectivas obras uno diría que vivieron en universos equidistantes. Sienten y contagian la misma pasión por aquello que tratan, el surgimiento del cine underground y experimental y el nacimiento del free jazz. Los dos levantan además de manera colateral una crónica de Nueva York, la retratan también de algún modo, y aun con eso, uno tiene la sensación de haber paseado con ellos por dos ciudades diferentes.

Ni siquiera estamos hablando de dos personas que no se conocieran. Jonas Mekas filmó a Amiri Baraka en algunas ocasiones, hasta donde yo sé debido a su vinculo común con Allen Ginsberg y la literatura beat. Ambos de alguna manera retratan también el surgimiento de una nueva conciencia pero esa conciencia, a tenor de lo leído, estaba pasando por lofts y espacios claramente diferenciados. ¿Cabría hablar aquí también de algún tipo de segregación intelectual? Seguramente no pero es llamativo los pocos nombres que coinciden en estas crónicas paralelas que cohabitan en época y espacio y que como a una película súper 8, el tiempo ha extendido sobre ellas un velo de poesía.

Entre las pocas figuras concomitantes, destaca la directora Shirley Clarke, cineasta independiente, experimental, apasionada y figura clave del new american cinema. No en vano, buena parte de su obra está estrechamente vinculada con el jazz y la cultura afroamericana.

Shirley Clarke

Shirley Clarke

The Connection, su debut en 1962, basada en una obra de teatro de Jack Gelber, fue censurada por su lenguaje malsonante y constituye una suerte de versión libre de Esperando a Godot en la que se retrata a un joven cineasta que filma a un grupo de adictos a la espera de su heroína en un apartamento “hip”, mugriento y hermoso del Greenwich Willage. Cuatro de los ocho yonquis son músicos de jazz.

The Cool World (1964) es una de las primeras películas en representar los barrios negros desmontando estereotipos y Portrait of Jason (1967) retrato de Jason Hollyday, un buscavidas afroamericano gay, es un retrato también de la excepcionalidad ante una sociedad opresora.

Y así llegamos hasta Ornette: Made in America (1985) última película de Shirley Clarke, que será la encargada de cerrar el ciclo de cine preparado para esta edición de Periferias Black. Un collage vibrante sobre el genio del jazz, Ornette Coleman, fallecido este año. Una obra filmada y montada como si de una propia composición de Ornette se tratara.

El canto de cisne de Shirley Clarke, completamente unitario en su dispersión, nos recuerda como señalara Baraka que la música produce imágenes, y que como cantara la Sun Ra Arkestra, se puede viajar por las rutas del espacio mostrándonos que no hay distancias infranqueables entre planetas.

Periferias ya está aquí.

 

Orencio Boix

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