1.
Mi prima Paloma me contó el otro día una historia. Fue un esbozo rápido.
Su bisabuelo era ingeniero y diseñó un puente a comienzos del siglo XX. Una vez construido, el viaducto no soportó las pruebas de carga. El bisabuelo vio mancillado su honor y puso fin a su vida arrojando su propio cuerpo desde lo alto del puente que imaginó. Hoy, el pontón sigue en pie y en uso.
Esta historia que prometió recuperar con más detalle, surgió a raíz de mi viaje el otro día a Belarra. En el trayecto pasamos por debajo del viaducto del Guarga, que constituye un tramo inconcluso de la Autovía Mudéjar A-23.
La magnitud de la obra parecía intensificar el lugar. Decidí parar a fotografiarlo.
Según me contó un lugareño, la apertura del tramo está paralizada desde hace cuatro años porque este puente tampoco soportó las pruebas de carga.
El lugareño concluyó: “El arreglo cuesta más que demoler y construir otro nuevo.”
No pido un suicidio.
2.
Hoy, al entrar al bar, he escuchado el final de la siguiente conversación entre dos artesanos del barrio sobre el conflicto del gobierno griego y el Eurogrupo.
A
¿Hay algo más burgués que un funcionario clase A?
B
Este gobierno al menos mira por su pueblo.
A
Pues lo van a joder bien.
Es fácil pensar en hacer Historia cuando uno no tiene problemas con la tarjeta de crédito.
B
De los dos lados lo están jodiendo.
¿Cuánto es?
CAMARERO
¿Todo junto?
A Y B
Sí
CAMARERO
5,20
Orencio Boix.
envezdenada 