Un cisne negro tiene las siguientes propiedades:
- Es una rareza que habita fuera de las expectativas normales, no hay ningún elemento en el pasado que apunte de forma convincente a su posible aparición.
- Produce un impacto extremo con consecuencias importantes para nuestras vidas.
- Pese a su condición de rareza, está caracterizado por la predictibilidad retrospectiva. Es decir, no lo podemos predecir, pero una vez sucedido pensamos en la lógica de su aparición.
En 1977 España estaba sumida en plena Transición.
Me gusta el término transición por aquello de discurrir de un lado a otro, pero sin aludir de dónde se viene o hacia dónde se va.
Aún no existía la Constitución y el clima de desconcierto era palpable.
Ese caos o incertidumbre generó distintos movimientos sociales, entre ellos, lo que se vino a conocer como La Movida, algo que nadie se esperaba, pero que todo el mundo confirma como uno de los pilares culturales de la época, y a fin de cuentas, muy lógico.
El germen de La Movida tuvo lugar en La Prospe o Centro Cultural Mantuano, un espacio madrileño en el que se dieron cita gran parte de los protagonistas de ese movimiento.
Kaka de Luxe, Los Zombis, Paracelso o Aviador Dro, entre tantos otros, pasaron por ahí. Gente que con posterioridad trasladó sus movimientos a Rockola y alrededores, dentro de una distribución cultural focalizada en el centro de la capital.
En él se organizaron ensayos, fiestas, talleres, representaciones teatrales…
En resumidas cuentas, dieron rienda suelta a todo aquello que les había estado prohibido hasta hacía poco.
Fue un frenesí cultural que no solo repercutió a Madrid, tuvo ramificaciones por todo el país en una red de contactos que terminó llegando a Huesca.
A las afueras de la ciudad se montó una comuna anarquista que tuvo por nombre El Patito Feo. Su expresión máxima era el teatro y la diversión, a través de esos dos elementos elaboraron su discurso.
El periódico local, que en esas fechas aún se llamaba La Nueva España, pero que ya había eliminado de su logo el yugo y las flechas, les concedió una entrevista para una edición en la que la portada estaba acaparada por la llegada de los dos canales de televisión a toda la provincia, la visita de los Reyes a Rusia y el revuelo generado por las fotografías del ovni de Pusilibro. Habría que mirar cuántas veces un evento de ufología ha llegado a las portadas de un periódico.
Pero no nos desviemos del tema, en ese ejemplar, Celada (quien firma el artículo), entrevista al grupo El Patito Feo, y a continuación transcribo íntegra la misma.
Repito la fecha, año 1977, no vaya a ser que alguno piense que es una entrevista actual.
Tal vez la historia sea cíclica y estemos de nuevo caminando de un lugar a otro sin saber muy bien ni de dónde venimos ni hacia dónde vamos.
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Domingo, 4 de Diciembre de 1977.
EL PATITO FEO
Un grupo teatral independiente asentado en Huesca.
Su principal problema: “Poder comer del teatro”.
Un grupo teatral con ideas, propósitos teñidos de originalidad. Cuando una sociedad está en crisis y se debate afanosa en la búsqueda de nuevas fórmulas que permitan vislumbrar el futuro, un conjunto de chicos profesionales, en su mayoría aragoneses, nos han traído un extraordinario mensaje. El “El patito feo” al que ahora traemos a nuestras columnas.
¿Cuál es vuestra edad?
El grupo acaba de cumplir su primer aniversario. Hace un año partimos completamente de cero. Mentimos: empezamos con más de medio millón de pesetas de deuda (furgoneta, focos, escenografía, vestuario…). Nos lanzamos a la aventura sin demasiadas garantías. Solo nos respaldaba las ganas y la necesidad de seguir adelante. Montamos un espectáculo, el que hemos representado en Huesca, “El Dr. Mac-Abrus y los monstruos con el imperio del bien”, en el Círculo Medina, y la acogida a nivel nacional ha sido la de haber causado una verdadera sorpresa. a fin de cuentas, éramos unos desconocidos. Ahora, hay zonas muy ricas en inquietud teatral, como Cataluña, donde se nos conoce y se nos llama.
El teatro como fin definitivo, ¿permite abordar los mil y un temas de la vida cotidiana?
Se puede decir que el balance de este año es muy positivo, aunque a costa de unas condiciones de vida duras y a veces incluso míseras. Hemos hecho cerca de cien representaciones por toda España, hemos dejado Zaragoza para fijar nuestra residencia en Huesca, en una casa de campo donde vivimos todos juntos, objetivo que nos trazamos desde el comienzo. Queremos dejar bien claro que para nosotros el teatro y la vida son dos cosas que forman parte de una misma totalidad. No somos “actores” de 8 a 10 y “personas” el resto del dia. Para bien o para mal, nos tenemos que soportar todo el santo dia…
¿Por qué Huesca como sede de vuestro cuartel general?
Hemos elegido Huesca para vivir por dos razones fundamentales: Primero: Huir de la neurosis de la gran ciudad, ese pulpo que alarga sus tentáculos de asfalto hasta convertir a la persona en un autómata enloquecido. Segundo: Luchar por descentralizar el teatro de la región, dando una alternativa para Huesca y provincia de creación de unos circuitos estables para dar a conocer nuestro trabajo y el de otros grupos.
Primero vivir, después filosofar, dice el proverbio. ¿Da para cubrir vuestras necesidades más elementales?
Nuestro principal problema es puramente gastronómico: poder comer del teatro. En la actualidad, olvidados absolutamente de la Administración, nos las vemos y deseamos para poder vivir de una actividad que es en sí deficitaria: el teatro independiente. A veces nos flaquean las fuerzas; nos consuela saber que dentro de dos meses recogeremos las verduras del huerto que tenemos sembrado.
Pero la verdad es que si la Administración, y en concreto el Ministerio de Cultura, no comienza pronto a apoyar al teatro independiente con subvenciones, acondicionamiento de locales, supresión de censura, etc., estará acabando con unas inquietudes profesionales que han elegido otros caminos que no el teatro comercial.
¿Habéis trazado algún cauce para vuestro porvenir?
En la actualidad estamos preparando un nuevo montaje que, Dios mediante, podremos estrenar en febrero. El grupo ha pasado a engrosarse hasta 13 miembros, una niña de 8 años incluida. Hacemos vida en comunidad y estamos dispuestos a ofrecer a Huesca nuestro trabajo en todas sus facetas (en la actualidad, la Diputación está estudiando la posibilidad de creación en Huesca de una Escuela de Expresión Teatral, en la que nosotros colaboraríamos). Esperamos de Huesca apoyo y colaboración para trabajar juntos.
¿Humor, melodrama, comedia, tragedia?
Nuestro tipo de teatro parte de una premisa fundamental: el humor como liberador de tensiones, pero un humor destructor de convencionalismos hasta las últimas consecuencias. Depende del grado de participación del patio de butacas para que la improvisación se dé más o menos. Aseguramos una cosa: aquel que entra en onda, y no hay más que dejarse llevar, y participa, se lo pasa tan bien como nos lo intentamos pasar nosotros, y créame que nos lo solemos pasar muy bien, por eso hacemos teatro.
La vida misma es el teatro, nos dijo Sancho.
Celada.
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¡Marchando una de soviets!
Antonio Romeo
¡Cómo se nota mi edad! pues conocí a algunas personas de ese grupo. El impulsor fue Curro Fatás, perteneciente a una familia de intelectuales y numerosa de Zaragoza. Lo último que sé de él es que se dedica a fabricar mermeladas por la zona del Moncayo .
«El patito feo» fue un grupo rompedor, sobre todo por el momento, el 77, eran cachondos, atrevidos, creo que la comuna la tenían por Salas no estoy muy segura. Y sí, Toño, como diría Iglesias (Julio) la vida sigue igual.