T.O.T.

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TEORÍA ONOMÁSTICA TABERNARIA

o

TEORÍA UNIFICADA DE LOS NOMBRES DE BAR

 

1. El bar

1.1 Se denomina bar al establecimiento en el que se sirven bebidas para ser consumidas de forma inmediata en la barra del mismo.

1.2 El bar en España tiene un papel de vertebrador social.

1.3 Parte de culpa de esa posición como nexo la tiene su capacidad de aceptación de ciertos hábitos que podrían establecerse a primera vista como nocivos: Bebidas alcohólicas, incitación al juego, horarios extendidos, entre otros.

1.3.1 No vamos a entrar en la valoración social del bar, en esta teoría vamos a limitarnos a su mera toponimia.

 

2. Los nombres

2.1 Cualquier persona que acude a un sitio la identifica en su cabeza con un nombre.

2.2 Puede suceder que aunque el establecimiento tenga un nombre, la gente acabe llamándolo como le de la gana.

2.3 El nombre del lugar, por tanto, no deja de ser una creación colectiva.

 

3. Las categorías

3.1 Tras recorrer y anotar distintos nombres de bar se ha llegado a la conclusión de que si una persona abre un bar, el nombre del mismo estará delimitado dentro de una de las siguientes categorías:

A. Lugares.

B. Contracciones, siglas y demás familia.

C. Autorreferencia.

D. Elementos relacionados con la hostelería.

E. Otros elementos externos.

F. Conexiones con la cultura.

A continuación pasamos a desglosar estas categorías con ejemplos sacados del entorno de la ciudad de Huesca, la cual ha servido de modelo y muestra para realizar la teoría.

3.1.1 De la frase anterior se puede concluir que esto no es una teoría universal.

3.1.2 Utilizaremos cierto tiempo y energía para contrastar si la teoría es una mera muestra local o responde a patrones globales.

3.1.3 Todos los establecimientos encontrados hasta la fecha han entrado dentro de al menos una de las seis categorías, se han dado casos de bares que entran en un terreno de múltiple categoría, ejemplo: Bar Olimpia.

3.1.4 Esta teoría no pretende ser definitiva ni alcanzar algún punto de conclusión.

3.2 El desglose:

A. Lugares.
Esta categoría, dada nuestra febril cultura del enciclopedismo, es la que ha resultado más fácil de completar, y creemos que de ser alguna una constante en la sociedad, esta es la que tiene más puntos. El paralelismo entre acudir a un bar y corresponderlo con algún punto geográfico destacado ha sido utilizado desde siempre y aún siendo bonito no deja de ser bastante desconcertante a la par que jocoso. Aceptaremos dentro de esta categoría países, poblaciones, núcleos urbanos, así como los gentilicios de los mismos.

Ejemplos: Berlín, La Habana, Candanchú, París, Roma, Londoner, Puerto Rico, Casa Andalucía, Dubliners.

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B. Contracciones, siglas y demás familia.
Aquí caben juegos de todo tipo, desde las iniciales de los dueños, onomatopeyas que terminan funcionando con propia entidad o simples cruces de letras que superpuestas quedan bien a efectos visuales. Dentro de los ejemplos que se disponen a continuación encontraremos un conflictivo “Reynols” el cual podría establecerse como un patrón de imitación de nombres de otro plano, lo cierto es que el origen del nombre, la cuestión misma del estudio, queda entroncado dentro de esta categoría.

Ejemplos: Bambui, Hervi, Reynols, Rugaca, Cremayo, Falúa, Biloba, Tcont.

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C. Autorreferencia.
Puede que se considere esta categoría, o el nombre del bar, como la elección más cómoda y fácil por parte del dueño. Es posible que sea la categoría más popular, pero elevarlo a la categoría de fácil es decir demasiado. Añadir también que es siempre una opción 100% efectiva. Entran en esta sección tanto el nombre del dueño como el nombre de la calle, pasando por algún elemento destacado, calles o edificios, que estén cerca del establecimiento.

Ejemplos: El Juli, Casa Mila, Casa Mariano, El Duquesa, Juliana, Casa Juan, Café Bar Álvaro, Bar Correos, El Cerro.

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D. Elementos relacionados con la hostelería.
La categoría masiva, algo lógico al estar metidos en ese mundo. Es un marketing directo en el cual ya ofreces al público en qué estás especializado o qué productos manejas con mayor frecuencia. En cierta manera no deja de ser una autorreferencia pero con nombres comunes en lugar de propios.

Ejemplos: El Bodegón, La Plancha, La Brasa, Tomate Jamón, El Bocatín, Ay Tortilla, Comomelocomo, Tapas League, Grifos, Cubitos, El Tapeo.

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E. Otros elementos externos.
Podría considerarse la categoría más desquiciante de todas, aunque tal vez, si dedicásemos suficiente tiempo a ella podríamos establecer uno o varios patrones de coherencia dentro de la misma. Hasta el momento no hemos logrado hacerlo y da la sensación de ser la categoría más azarosa de todas. Un pequeño cajón desastre que podría considerarse como una representación de los deseos, sueños y ambiciones más profundos de los dueños. La categoría del subconsciente.

Ejemplos: La Corralaza, La Parra, La Estrella, El Viejo Acordeón, Le Petit Chat Noir, El Monasterio, El Bosque, Los Duendes.

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F. Conexiones con la cultura.
Dentro de los nombres propios hay una tendencia bastante alta a utilizar nombres con referencias históricas o culturales. La intención de esta maniobra creemos que está relacionada con la intención de dotar a esos lugares de un aura externa que el propio dueño idolatra y cree conveniente para su establecimiento.

Ejemplos: Galileo, Da Vinci, Venus, Pedro I, Galatea, Sancho Abarca, Juan Sebastián Bar, Poe, Warhol.

 

4. La elección

4.1 Es muy posible que no solo el ambiente sonoro afecte a la hora de elegir un bar, quizá inconscientemente nos dejemos llevar por el nombre y un día prefiramos estar en París y otro en la Bendita Ruina.

4.2 El nombre del bar afecta de forma clara tanto a la música que sonará en el mismo como a las copas que se servirán.

4.3 Elegir un nombre adecuado es una de las tareas más difíciles del mundo.

4.4 Es muy bonito imaginar el momento en el que el dueño puso nombre a su bar e imaginar alguna historia alrededor, quién sabe, igual el Brasil es el lugar en el que sus dueños sueñan con retirarse.

4.4.1 Ese punto no tiene nada que ver con la elección pero es una forma, como otra cualquiera, de concluir la teoría.

4.4.2 Hasta la próxima.

Antonio Romeo

 

 

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