Este fin de semana estuve en un bar llamado O Compañeiro, en la calle San Vicente Ferrer de Madrid. Nos acomodamos con María José y Fanfa en una mesa de mármol bajo la televisión, y estuvimos charlando un rato ajenos al partido de fútbol que retransmitían justo encima de nosotros.
Al cabo de un rato alcé la vista, y me fijé en los cuadros colgados de la pared. En uno había una composición con tres fotos de prensa. En una aparecían los cuartos traseros de un caballo, y también algo de texto referente a los entrecots de vaca que servían en el bar. En otro marco se mostraba a la alineación del equipo de fútbol que el mismo establecimiento habría patrocinado hacía ya bastantes años. Entre ambos había una fotografía en color tomada junto a la barra del propio bar. Dos hombres barbudos y calvos, uno aproximadamente en la cincuentena y otro ostensiblemente más mayor, flanqueaban a una señora minúscula en delantal. Era la dueña, la misma que nos acababa de servir las cañas y que por cierto tenía nuestra tapa girando en el microondas hacía diez minutos.
Me giré para repasar el espacio, y el rincón bajo el arco junto a la barra donde habían posado los tres retratados. Después volví a la foto y corroboré mi hallazgo: a sus espaldas se apreciaban perfectamente el cuadro de los tres recortes y el del equipo de fútbol. Entre ellos había un hueco que estaba a punto de ser ocupado con aquella imagen, así era ese fragmento de la pared antes de que ella viniera a ocuparlo. Habían retratado sin quererlo la futura ubicación del retrato.
PD: El dibujo es una recreación de la foto tal como la recuerdo. Si alguien pasa por el bar O Compañeiro, le agradecería que me sacara una foto de la foto.
Javier Aquilué
Hecho!