Podría dedicar todo el post a hablar de la nieve, de los fenómenos meteorológicos y su vinculación con las redes sociales. De cómo cada vez que sucede algo un poco distinto se desborda el nivel de comentarios.
Por ejemplo, el otro día nevó en Huesca pero yo no lo vi, volvía de ver una exposición sobre la vida de Le Corbusier y me perdí el magno evento, pero aún así me enteré gracias a las redes sociales.
O podría escribir de arquitectura, de cómo cuatro chalados crearon una corriente a comienzos del siglo XX en la que creían que dependiendo de las formas de un edificio, la sociedad podría mejorar moralmente.
Podría hablar de cómo eso ha ido derivando perversamente en elementos como los Ikeas, Decathlones, etc, etc…
También podría hablar de las revueltas sociales y de su vínculo con las redes sociales, de como a golpe de tuit más de uno cree estar lanzando un coctel molotov, de estar participando en la revolución.
#EstáNevando #Nieve #SíSePuede #LaNieveSomosTodos
Otro tema que podría tratar en el post es la censura que viví el otro día, al ver más de 500 personas quemando contenedores, con la policía tirando pelotas de goma a diestro y siniestro, y no ver casi nada en las noticias, aunque cuando localicé algo al respecto, dejaba bastante que desear.
Tampoco vi nada en tuiter, habría inhibidores de frecuencia, como en los juzgados de Palma el pasado día 7, pero supe que estaba nevando.
Podría hablar del tuiter y de feisbuk, de Internet en general, como prolongaciones del concepto Ikea, como la distorsión final de la idea de Le Corbusier y otros tantos arquitectos, de las «mejoras morales» en la sociedad. Aunque Internet es bueno para la sociedad, ¿no?.
Podría escribir sobre la nostalgia como elemento sanador de todo esto y decir, “es que como en nuestra época, no habrá nada”, pero también podría decir “hace siglos que no se construyen catedrales y nadie las echa de menos”.
La imaginación de la gente ha cambiado. Y quizá, haya sido reorientada, reconducida.
Pero no, creo que debería dedicarle el post a mi descubrimiento del mes, redescubrimiento más bien, las viñetas de Calvin & Hobbes. Un comic creado en 1985 por Bill Watterson, quien es considerado como el Salinger del mundo gráfico, apenas hay fotos de él, no concede entrevistas, nadie sabe dónde vive…
Es un comic con pocos elementos, las historias de un niño de seis años, su tigre de peluche y su visión de la realidad.
Son de ese tipo de cosas que te reconcilian con el mundo, a pesar de todo. Así sí que se puede empezar bien un lunes:
Antonio Romeo