Siempre me dices que la distancia no es ningún problema,
que si cada día recorro un kilómetro,
al final del año volveremos a estar juntos.
Mientras tanto,
a lo largo de todo mi costado izquierdo,
con mucha paciencia (cosa inédita en mí hasta ahora),
he cosido un hilo rojo.
Y sí, estoy sangrando,
sangro muy despacio,
la aguja sigue colgada,
me encanta su brillo,
cuelga en busca del otro lado,
tal vez en busca de ti…
Todo lo que nos extraña
nos hace más imprescindibles.
Antonio Romeo